martes, 18 de octubre de 2011

Odio los madrugones, el sonido de la alarma de mi móvil, levantarme cuando todos duermen, preparar el desayuno sola, arreglarme el cuarto, salir pitando porque llego tarde, coger el metro, tranvia, bus...andar perdida por las calles, que todos me miren, que nadie pregunte ¿Qué tal te ha ido el día? Odio hablar con una pared, que mis amigos no me entiendan y que no estés aquí. 


Y.. ¿Qué es lo que no odio?
No odio los madrugones cuando mi móvil suena a causa de una pérdida o un sms, no odio acostarme cuando todos duermen. Así me ahorro preguntas y broncas. No odio desayunar sola si es buen desayuno, no odio arreglarme el cuarto si luego descubro el resultado, no odio andar perdida por las calles cuando lo hago contigo, ya no odio la parada alameda, ni facultats, ni la carrasca si a mi lado en ese rincón, nuestro rincón, estás . Tampoco odio que me miren cuando estoy contigo, ya que así muestro mi alegría, mi felicidad... y eso les da envidia. Desde hace más de un mes no odio que nadie me pregunte qué tal me ha ido el día porque ya lo haces . Porque contigo no hablo con una pared. Porque eres de los pocos que me entienden y porque estás aquí cuando todos han desaparecido.

miércoles, 5 de octubre de 2011

El periodismo es el mejor oficio del mundo.





Quizá no es del todo acertado decir que “el periodismo es el mejor oficio del mundo”. Posiblemente no hay ningún oficio mejor que otro, simplemente, por suerte o por desgracia, la gente tiene unas ideas muy diferentes, unas metas y sueños por cumplir, unos retos que le hacen acercarse a un oficio en concreto. Y ese oficio, el que se ha elegido, por el que tanto se ha luchado, será el mejor para cada persona.

El periodismo puede que sea uno de los oficios en el que se tiene que saber de todo, o por lo menos dominar los temas de los cuales el periodista hablará, escribirá, comentará, etc. Tanto de ciencias como de letras. Política o cultura. Historia antigua o hechos de actualidad. Si se logra dominar todos estos campos y algunos cuantos más, se podrá llegar a ser un buen periodista.

También necesita una serie de adjetivos o cualidades que le ayudarán a realizar un trabajo más completo.
El periodista debe sentir curiosidad, debe informarse de todo lo que ve, escucha y siente, debe buscar siempre la verdad, interesarse por la noticia y por los protagonistas de ésta, debe ser valiente, lanzarse a la piscina aunque ésta esté vacía, debe sorprenderse por cada cosa y sobre todo intentar captar la atención del espectador. Y cuando tenga todo esto, debe escribir, hablar, documentar y plasmar la noticia.
Tal vez no sea el mejor oficio del mundo, pero para mí lo es. He luchado, he sufrido, he llorado para llegar a donde estoy hoy, y no me rendiré nunca para llegar donde quizá pueda estar mañana. Me gusta leer, escribir, interesarme, informarme, culturizarme y sobre todo aprender.

Por todo esto pienso que es el mejor oficio del mundo y estoy muy orgullosa de mi elección. Y a pesar de no tener todavía la mayoría de edad, siento y sé que esta es la decisión más madura e importante que he hecho y que haré en toda mi vida.

viernes, 12 de agosto de 2011

¡Vacaciones!

¡Por fin! Después de un tiempo (bastante todo hay que decirlo) planeando este pequeño viaje, he de decir que ya ha llegado. ¡Por fin!

Necesito unos días de relax, de paz, de tranquilidad, de evasión del mundo virtual.. En fin.. de vacaciones.
Y esos días ya han llegado.

Me voy a pasar unos días a un lugar de la Mancha de cuyo nombre mejor no recordar.
No es mucho pero.. algo es algo ¿No?

Pienso volver negra, renovada, cambiada... ¡¡¡¡¡FELIZ!!!!!


Volveré pronto. Lo juro.

@SaraOlivas

jueves, 11 de agosto de 2011

¡Qué bonito es recordar!

Ayer fue una noche para recordar. Una noche de esas en las que dejas los problemas a un lado, en las que no te importa nada más que tú y los que están a tu alrededor. Y sí, así fue.

Fue un momento especial. Un momento deseado y preparado desde hace mucho tiempo.
¡Por fin llegó ayer! ¡Por fin nos juntamos después de tanto tiempo!

Hablamos de todo y de nada, de momentos, de recuerdos, de imágenes, reímos como niños, lloramos de felicidad, nos alegramos al vernos, nos echamos de menos, éramos un grupo. Un grupo como lo éramos antes, unidos.

Hubo momentos para todo. Cenamos, conversamos, nos levantamos, esperamos una cola intensa, reímos e hicimos fotos.

He aquí una muestra:


 
Terminamos la noche caminando por la ciudad. De noche. Con el ruido de los coches de fondo y con nuestras risas que le acompañaban. Mantuvimos conversaciones muy interesantes. Conversaciones de las nuestras, de las que sólo nosotros sabemos hablar. Llegamos a nuestro destino: ¡BAILAR!

Pero el final de la noche fue el más esperado y especial. Nos rodeamos con gente.. ¿Vip? ¿Famosa? ¿La crème de la crème? Exacto, así fue.

Les perseguimos, nos hicimos fotos con ellos y gritamos. Y es que.. así somos nosotros.
Impulsivos, soñadores, locos.









Sara